Sérgio Rodrigues de Souza
Pedagogo. Filósofo. Sociólogo. Post-Ph.D. en
Psicología Social. Consultor científico. Correo electrónico:
srgrodriguesdesouza@gmail.com.
Vinícius da Silva Santos
Biólogo. Máster en Educación y Tecnologías.
Correo electrónico: viniciusbiologo33@gmail.com.
Miguel
Francisco Pérez Bejerano
Biólogo. Doctora en Ciencias Pedagógicas.
Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José
Varona” – La Habana (CU). Correo electrónico: miguelpb@ucpejv.rimed.cu.
Deborah
Ketlyn Pacheco Ferreira
Licenciatura en Medicina Veterinaria por la
Universidad de Vila Velha – UVV. Correo electrónico:
Deborapacheco768@gmail.com.
RESUMEN
Este artículo-ensayo se articula desde una paradoja
a fin de lanzar un poco de transparencia a la cuestión desafiadora que es ¿por
qué el hombre necesita ser educado, una vez que se toma como verdad absoluta de
que la naturaleza ya lo dotó de todos los instintos capaces de garantizarle la
supervivencia? Esto viene sé mostrando como un
desafío a conocer y a buscar respuestas, de forma a que se pueda discutir los
caminos a guiar los educadores, proponiendo nuevas discusiones y elaboraciones
didácticas, empíricas y teóricas. El hombre necesita de la experiencia para
garantizar su condición de aprendizaje. El cerebro humano y su estructura son
capaces de recibir la información venida del mundo externo, procesarla, de
acuerdo con sus conocimientos previos, adquiridos, también, a través de
situaciones empíricas. Ausente las condiciones de experiencia, lo que se tiene
es una carcasa vacía que no se sostiene
en ningún espacio, porque la inteligencia abstracta humana es dependiente de
contacto directo con situaciones concretas. A lo largo del desarrollo del
hombre, en cuanto ser que pertenece a una especie singular, su cerebro y su
desarrollo continuo representaron un avance biológico cuando lo comparamos con
las otras especies animales. Desde la óptica de la Biología estructuralista, el
hombre se transforma en un ser retrógrado, porque toda la evolución de su
corteza lo privó de accionar sus mecanismos mnemónicos desde mucho tiempo
almacenados. Todo el proceso de evolución del ser humano, que data de millares
de años, es repetido en sus tres formas clásicas de la vida: la niñez, la
adolescencia y la juventud adulta. Desde una mirada biológica, la conclusión
que se llega es la de que, la educación del hombre es de extrema necesidad,
porque los instintos que le restaron, sé
así desear creer que el hombre evolucionó de algún animal desprovisto de alguna
inteligencia abstracta, no se muestran suficientes para garantizarle el mínimo
de supervivencia en el mundo salvaje.
Palabras-clave: Necesidad de educación; Instintos; Disciplina; Mirada Biológica; Género humano.